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¿QUE ES EL EGO?, Tipos de ego: niveles del ego

¿QUIENES SOMOS?, ¿QUE ES EL EGO?

            Cuando en algún momento de nuestra vida conscientemente nos preguntamos por quienes somos en realidad, es cuando, a decir verdad, estamos manteniendo un diálogo interno con nuestro SER INTERNO, puesto que durante el resto del tiempo, mientras no hemos tomado consciencia de ello, quien se está manifestando es una parte de nosotros completamente inconsciente: EL EGO o FALSO YO.

Lo hace como resultado de toda aquellas experiencias que hemos ido desarrollando a lo largo de nuestra existencia como seres individuales en este plano de conciencia. 


Todo lo cual está archivado en una parte de nosotros, de manera que continuamente se estará expresando por nosotros, porque en realidad tales reacciones fruto de la mente o de las emociones, no somos lo que podríamos decir nosotros propiamente dicho, sino solamente una expresión de nosotros mismos sin depurar, a titulo inconsciente completamente y que se irá moviendo una y otra vez fruto de lo que ya es y se ha hecho con antelación, sin tan siquiera darse cuenta de lo que se está haciendo.

 Salvo cuando llegados a un punto, donde uno ya empieza a estar preparado para reaccionar y puede empezar a plantearse cuestiones similares y a darse cuenta de que no tiene porque estar sufriendo continuamente los efectos de sus propios pensamientos o de sus propios sentimientos, los cuales se convierten en elementos con vida propia, puesto que no tenemos ningún control en absoluto sobre ellos. Entonces es cuando realmente está empezando a darse cuenta y se hace consciente.

            Existen variedad de fórmulas, ideadas para que llegados a este punto seamos capaces de bregar con lo que supone modificar nuestra percepción de las experiencias que nos acontecen y reformulando nuestras estructuras mentales, tengamos la capacidad de disolver aquellas creaciones de pensamientos que nos conducen como si de un circulo vicioso se tratara una y otra vez a los mismos pensamientos erróneos o distorsionados de la realidad que vivimos.

 De la misma manera que también podemos disolver y por ende eliminar de nuestro interior, aquellos archivos emocionales que también de una forma u otra nos condicionan continuamente en nuestra interrelación con el entorno y por supuesto con los demás, convertidos en los elementos claves en nuestra posibilidad de transformación y realización, por ejercer de medios adecuados para ello, desarrollando en todo momento los acontecimientos necesarios y precisos para que podamos experimentar la transformación al ir modificando nuestra conciencia de todas las cosas.

Al revisar todas las formas posibles que existen para llegar a hacerse consciente, hemos experimentado que la mejor fórmula, por no decir exclusiva, frente a todas las demás, es la de reconocer al EGO, lo cual puede supone por ende, reconocer al SER, se puede decir también que ello se logra al estar en el momento presente, en el aquí y ahora, tantas veces recalcado por diferentes filosofías e ideologías y tan pocas veces comprendido en su esencia, lo cual supone tener una posibilidad de dicho reconocimiento al estar en plena consciencia y observación de todo aquello que nos acontezca, sea a un nivel mental, los pensamientos que estén pasando por nuestra mente, o por supuesto a un nivel emocional, aquellos sentimientos que nos afectan e influyen en nuestro comportamiento cotidiano.

Diremos que se trata de estar observándonos a nosotros mismos como si estuviéramos mirando con detalle a otra persona y analizaremos todo lo que nos sucede en todo momento.

El hacer esto es dificultoso, aunque no imposible y ello es por el mismo hecho de que nunca antes hemos sido conscientes a un nivel profundo de quienes somos en realidad. La mente sin ningún tipo de entrenamiento va desarrollando pensamientos sin ton ni son, unos surgen de los otros, y algunos del pensamiento colectivo, que ha desarrollado todo un sistema de creencias acordes a la manera de vivir que quiere mantener, pensamientos que alimentan el inconsciente colectivo por pura necesidad de comodidad en mantenerse dentro de un plano de consciencia que no le conduce a ningún lugar, salvo el que ya conoce y que no es otro que el sufrimiento y la insatisfacción.

Aunque prefiere mantenerse dentro de lo limites que se auto impone antes que reconocer que puede cambiar y hacerlo, algo que ahora debido al cambio de consciencia y la nueva vibración planetaria correspondiente lo hace posible y además muy necesario, puesto que precisamos de un cambio de conciencia que posibilite al ser humano crear una nueva forma de vida, más acorde al sistema evolutivo del SER y que le posibilite desarrollarse y crecer en equilibrio y en paz, tal y como debería haber sido, si no hubiéramos caído en tales formas de comportamiento que no nos han conducido a ninguna parte hasta ahora.

 Aguamarina
                                                                                               

EL EGO VISIBLE
  
El ego resultado de una personalidad distorsionada, (egoísmo) que manipula las  emociones que a su vez se traducen en comportamientos, o sea, emociones que nos llevan a comportarnos de una determinada manera, causándonos angustia en el animo.

Algunos de estos comportamientos hoy en día son tan comunes y frecuentes que se disfrazan de cualidades.

El ego visible es aquel que todos vemos sin necesidad de rebuscar mucho para detectarlo, la mayoría de la gente sabe que actúa a través de las emociones, pero simplemente piensa que esa es su personalidad y que no tiene porque cambiarla, incluso piensa que sí no actuara de esa forma no sería él mismo y que es algo que lo identifica como ser único. 


Pero la personalidad bien definida es aquella que resulta de cualidades que nos distinguen y indican nuestros rasgos esenciales de pensar, actuar y sentir que no crean conflicto y que definen nuestro carácter individual y moral definido por la energía de la voluntad y del amor, no por la del egoísmo.  

Realmente no nos damos cuenta que son esas emociones las que nos causan dolor y sufrimiento, lo que hay que saber identificar en cada momento que suceda un conflicto, es que clase de emoción esta por detrás de lo que sentimos y a partir de allí trabajar en el sentido de controlarla, sin resistencia simplemente siendo conscientes de lo que nos está provocando para que poco a poco la vayas transformando.

 La existencia del ego se basa en la identificación, creando apego y disfunción, cuando me identifico con algo, ese algo pasa a formar parte equivocadamente del yo.

 El ego te lleva a identificarte siempre con cosas externas, posición social, el físico, educación, religión etc. En definitiva te identifica con el ”mi”, nuestro ego exige que seamos el centro de todo, porque sí no es así tu vida no tiene sentido, te hace vivir en una lucha constante en busca de cosas físicas y materiales que te dan la falsa sensación momentánea de control y satisfacción y para su fin utiliza tu mente y tu voluntad para que utilices los medios que puedas para ese fin. 

Por eso nuestra primera reacción cuando alguien representa el papel del que te impide conseguir ese propósito pretendido  se pone en marcha una serie de emociones en forma de “ guerreros defensores “ para combatir el supuesto enemigo a costa de lo que sea y de la forma que sea.


 Nuestras armas son verdaderamente caóticas porque tienen doble filo, conllevan sufrimiento y nunca nos dan verdadero “triunfo”, porque la misma situación se volverá a repetir en cuanto no tomes verdadera conciencia que eres tu el que tiene que hacer cambios en tu forma de actuar cuando el ego quiere hacerse cargo de tu vida.

La identificación nos hace formar una falsa imagen de lo que somos, generando comportamientos que nos crean conflicto hacia nosotros mismos y a la hora de relacionarnos. 


Por ejemplo, sí, en un determinado momento, sentimos que somos más inteligentes que alguien, automáticamente queremos imponer nuestro criterio a costa de lo que sea, porque nos estamos identificando como un ser superior al otro, con el resultado de que, el otro, también dominado a su vez por el ego,( orgullo, soberbia etc. ) no recibirá esa imposición y luchará  para que su pensamiento o criterio sea el que prevalezca.

 Esa lucha por hacer prevalecer una idea determinada, suele conllevar una energía manipuladora que en muchos casos nos da el “ derecho” a juzgar, a proferir insultos e improperios con la finalidad de causar sufrimiento en el otro, pero que inconscientemente, ya nos está haciendo sufrir a nosotros mismos.

Entonces nos preguntamos sí es “malo” saber que somos inteligentes. Ser inteligentes no es equivocado, desde y cuando, el que seamos inteligentes, no nos sirva para hacer comparaciones o para imponer a los demás lo que somos por la simple idea que somos mejores que el otro. 


De esta manera no habrá sufrimiento, porque utilizaremos la inteligencia simplemente en pro de nuestro beneficio personal, para pensar, comprender, estudiar etc., de este modo no somos la inteligencia, simplemente la utilizamos.

 Sin embargo sí nos dejamos arrastrar por el ego nuestra vida nunca tendrá  tranquilidad y satisfacción, siempre tendremos la necesidad de algo que nos llene, porque el ego siempre nos hará sentir que no tenemos lo suficiente y que es eso que nos causa sufrimiento, nunca nada es suficiente, nunca estamos completos, siempre hay inquietud y una búsqueda constante de algo o alguien para rellenar el vacío que sentimos, indefinidamente.


  Yang
                                                                                         



EL EGO SUTIL

 El ego sutil es aquel que se esconde detrás de otras apariencias, para poder manipular nuestra mente. Hay que ser más conscientes para poder detectarlo.
En nuestra sociedad es muy común utilizar el ego sutil para fines poco ortodoxos, esto da a entender que hay mucha gente especializada en manipular a los demás a través de la necesidad que crea el ego para sus propios fines, sin tener en cuenta el bienestar y la vida de sus congéneres. 

Todos sabemos que la publicidad que nos invade en nuestros hogares es un medio para vender al precio que sea, incitándonos a comprar compulsivamente, creando un falso sentimiento de plenitud, que pronto se desvanece para dar paso otra vez a la desazón del sentimiento de vacío. 


Lo que quizás no somos del todo conscientes es que esa publicidad está hecha de manera que, sutilmente, nos crea una necesidad incluso de lo que no necesitamos. 

La mayoría de estos anuncios están hechos con ideas subliminales, para que sin que  seamos conscientes, queramos comprar sin saber para qué o el porqué, un determinado producto. 


Para poder detectar este estado de ego es necesario que aprendamos a estar presentes en cada momento que vivimos, vivir plenamente en el ahora,  ese estado de conciencia no crea necesidades, el ego vive del tiempo, del pasado y del futuro, creando disfunción en el ahora, reflejándose en las relaciones y en las situaciones que vivas.

 Aunque  siempre vivimos  en un presente, para el ego el presente es solo un medio para conseguir un fin, hace sentir que el futuro es lo más importante, es donde supuestamente se realizará lo que necesitas para sentirte pleno, aunque realmente el futuro no existe, esto te hace estar siempre obcecado con estar en otra parte, siempre retrasas el ser feliz y los problemas no tienen nunca fin, porque siempre estamos esperando a que suceda esto o lo otro.

El pasado son solo vivencias que no son ya realidad, son imágenes que están en la memoria, pero que no volverán jamás, son solo recuerdos que el ego utiliza para crear dolor, te hace revivir lo que ya no es tu realidad, y te crea necesidad de algo que no es real, si no piénsalo conscientemente, ¿ realmente quieres tu sufrir? 


¿Entonces que mecanismo dentro de ti hace que sufras?, pues sí no quieres que ocurra tienes que estar presente en el aquí y ahora, vive solo lo que haces en este preciso instante, pon en él toda tu atención, no dejes que tu mente sea dirigida por el ego y quiera estar en otra parte que no sea en el momento presente.  

Tener o creer tener la razón es otra puerta para que el ego entre en ti, sutilmente, cuando creemos  que tenemos razón en algo, y el otro nos quiere hacer ver  su razón o no está de acuerdo con la nuestra, se mueve una energía que nos lleva a la imposición de nuestro razonamiento, queremos por todos los medios que el otro nos oiga y la reconozca como única verdad.


Si eso no es así entonces se inicia una discusión, la voz se altera y  sube el tono, dejamos de oír al otro y a nuestra mente ya no le interesa sus razonamientos, nuestras pulsaciones se elevan y sin darnos cuenta el ego ha entrado, se ha apoderado de la situación, la ira, la impotencia, el resentimiento, el dolor se instalan en nuestro interior, entonces ya no somos dueños de nuestro comportamiento, estamos descontrolados y culpamos al otro de nuestro dolor. 

Cuando en alguna ocasión nos ocurra alguna situación semejante debemos solo exponer nuestro punto de vista, nuestro razonamiento, primero porque, aunque creamos que tenemos la razón, siempre hay que pensar que el otro también la puede tener, aunque nuestro punto de vista sea diferente.


Pero, y lo más importante es que en ese momento, cuando se crea esa situación, tenemos que estar en estado de alerta, como observador de nosotros mismos, de nuestras palabras, de nuestro comportamiento para que no perdamos el control sobre la situación, el ego cuando se ve observado deja de tener el camino abierto para dominar.

 Ese método de estar alerta lo podemos emplear en cada situación que veamos que alguna emoción nos va a embargar, la desconfianza, la ira, el miedo, la impotencia, la angustia etc. Esa es la forma de enfrentarse al ego para que no nos domine, ser conscientes en el momento en que empiece a suceder, con el tiempo esa forma de actuar se hará una rutina y poco a poco el ego dejará de tener fuerza, porque ya no somos una presa fácil.

Otra situación de riesgo es el miedo, el miedo es una emoción creada por la mente a lo desconocido, a algo que no ha sucedido, sentimos miedo cuando vemos algo, o sentimos algo que nuestra mente identifica como peligroso para nuestra supervivencia o que pone en peligro nuestros intereses.


Nuestra mente manipulada por el ego empieza a elucubrar una historia que va creciendo y a la cual  sentimos como real, por ejemplo el desconfiado encuentra indicios donde no los hay para seguir alimentando al miedo que siente de ser engañado, miedo a perder la confianza o el amor por alguien, miedo a enfrentarse a la traición de alguien, entonces el ego le hace  vivir física y emocionalmente el engaño como real, sus manos sudan, el cuerpo siente temblores, su boca se seca y su mente deja de poder pensar con lucidez, hasta que se enfrenta a la verdad, está totalmente a la merced del miedo que muchas veces se vuelve terror.

Pero detrás de todas las emociones está el amor que manipulado por el ego da origen a todas las demás emociones, las cuales algunas son más fáciles de detectar que  otras que se disfrazan de buenas intenciones si no estamos atentos, como por ejemplo la vanidad que tiene su origen en el miedo de que las cualidades personales no sean reconocidas como tales, este comportamiento se puede esconder detrás de la autoestima.

 Yang
                                                                  

EL DOLOR DEL EGO

El dolor o sufrimiento emocional es el resultado de la manipulación del pensamiento y de las emociones por el ego. Es un cúmulo de energías negativas que tiene vida propia dentro de ti.

Cualquier acontecimiento o situación lo puede activar, un comentario, una acción, etc., generalmente este dolor, suele ser más deprisa activado por gente a quien más queremos o con quien tenemos más afinidades. Mientras no seas consciente del ahora, o sea de vivir conscientemente cada momento, de poner nuestra atención solo en lo hacemos en cada preciso instante, el ego gobernará a sus anchas nuestra vida.

El dolor emocional va dejando sufrimiento acumulado en tu interior desde que eras niño, el cual te irá haciendo más susceptible a cualquier representación creada por el ego.

Este dolor acumulado a través del tiempo llegara a causar daños físicos, que como sabemos está detrás del origen de muchas de nuestras enfermedades algunas de ellas bastante graves, pero las más visibles son las de origen psicológico, como depresiones, angustias crónicas, fobias, traumas y en algunos casos extremos da origen incluso a situaciones autodestructivas y al suicidio.

Este dolor o sufrimiento suele crear adicción, cuando por ejemplo estamos en una situación de dolor, ese mismo dolor crea más dolor, el ego maneja al pensamiento para que vaya formando imágenes que van incrementando más dolor a lo que ya había, volviéndose un circulo vicioso, dando lugar a una situación en ocasiones dramática. Es entonces cuando hay que tener total conciencia para que ese dolor no haga mella en ti o en la situación que estás viviendo ( relación de pareja, familiar, amistad etc.)

 Lo peor de este dolor es cuando consigue dejar en quien lo vive la sensación de que tiene que defenderse, porque en este caso es una puerta abierta a crear más sufrimiento en ambas partes hasta que se sacie el obsesivo apetito del ego, en casos más extremos lleva al individuo a sentirse en la obligación de vengarse, para poder poner fin a su dolor, o sea crear dolor en el otro conscientemente para poder sentirse satisfecho y, o reconfortado.


El dolor siempre aparece por resistencia y falta de aceptación a lo que es, a lo que se esta viviendo, o, a juicios subjetivos que se hace de las situaciones, o comportamientos de alguien, en este caso se crea una emoción negativa. Cuanta más aceptación y menos resistencia  pongas a la situación más libre estas del sufrimiento. 


El dolor puede aparecer en forma de ira, irritación, impotencia, tristeza, drama en las relaciones, etc. Cuando notes en ti el inicio de algunas de estas formas de manifestarse el ego, es el momento para pararlo, siendo consciente, poniendo toda nuestra atención en lo que estamos sintiendo, no poniendo resistencia al dolor, sin luchar, ni juzgar, ni analizándolo, solamente observándolo como un testigo de algo que está pasando.

Al sentirse observado, el dolor deja de alimentarse a través de tus pensamientos y esa es tu mayor fuerza para combatirlo, pero nunca bajes la guardia hasta que realmente se haya ido del todo, mantente presente y consciente para que no vuelva a engancharte.
No creas que no volverás a sentir dolor o sufrimiento, porque el dolor hace parte de esta vida, pero sabrás como neutralizarlo cuando aparece en alguna situación, lo identificas y sabes cómo pararlo para que no te domine a su antojo.

La energía predominante del dolor es la ira, que te hace tener pensamientos llenos de rabia que te repiten una y otra vez lo que el otro te hizo y como le vas a responder, pero al seguir alimentando esos pensamientos solo estas alimentando el dolor que hay en ti, entrando en un estado de negatividad. Ese estado te hace vulnerable y hace que estés bajo el dominio del ego en forma de dolor, te identifica, y te hace pensar que eres tú.

 Recuerda el dolor siempre se alimenta de dolor, nunca de la alegría.


 Yang
                                                                           
                                                                                       

LA LIBERACIÓN DEL EGO DISTORSIONADO

Cada uno de nosotros tenemos nuestra misión única en la vida. Esta misión, aparte de evolucionar como seres espirituales que somos, es el tomar consciencia de que el origen de toda la creación está regida por una Consciencia Universal y que dicha Consciencia es la fuente de energía de todo lo que posibilita la existencia: El Amor.

Pero comprender esto no implica que uno ya haya encontrado la iluminación, nada de eso. Para llegar a la tan deseada iluminación se han de purificar los impulsos del ego que son inherentes al ser humano desde su creación.


 Dicho ego le genera unos impulsos que le posibilita la supervivencia como especie, pero que a lo largo de su andadura como ser humano, deberá lograr evolucionar respecto a estos impulsos y de este modo llegar a tomar consciencia de ello para así poder purificarlos y que estos sean transformados dirigiéndole hacia el auténtico camino de la consciencia divina.

Tales transformaciones le llevarán a liberarse de toda manifestación egocéntrica primitiva, logrando la purificación interior de su mente y sus emociones.
Al lograr esta transformación se consigue un estado de purificación interior de pensamientos y sentimientos. Esto da como resultado una modificación en el comportamiento y por consiguiente en las acciones que uno hace.

Cuando se hayan logrado estas transformaciones interiores a través de la toma de consciencia y se logre una limpieza en el estado interno, se vive en una constante paz y alegría interior inmensa.
Entonces uno comprende “de verdad” el verdadero significado, propósito y sentido de la vida y es cuando puede manifestar amor incondicional hacia su prójimo.

Cuando uno encuentra el camino que le conduce hacia la liberación de ese laberinto de pensamientos, emociones y reacciones caóticas, se percibe que esa es la auténtica forma de vivir la vida de forma dichosa sin seguir en el embrollo de la mente y lo que esto genera. 


Porque a la mente hay que aprender a educarla, modificarla y transformarla para que no ande dando tumbos y generando emociones que muchas de las veces sólo conducen a la confusión y el sufrimiento.

La mente es una herramienta que el ser humano debe usar correctamente para el propósito el cual ha sido creada, para que, a través de ello, llegue a la compresión de sus experiencias observando, reflexionando, meditando etc.

También se debe comprender que todo lo que experimentamos en nuestras vidas es debido a lo que se piensa, siente y por último, se hace.
Este proceso es la cadena que conforma nuestra realidad y, por lo tanto, cómo viviremos nuestras  experiencias.

Esto quiere decir que debemos hacernos muy conscientes de lo que generamos con nuestra mente, dado que ello será lo único que vivamos.
Si se hace un buen uso de ella, la vida toma un sentido auténtico con cordura y equilibrio.

También es cierto que llevamos mucho tiempo conviviendo con esta forma de proceder de la mente, pero debe llegar el momento en que uno despierte a otra forma de vida. A esa otra forma que también se conoce,  pero que a muchos, o no les interesa, o les cuesta sudor y pena poder alcanzar.

Debemos tener presente que no estamos solos en el propósito de la vida y que siempre obtendremos respuesta a nuestras peticiones.
Sólo hay que estar atento y vaciar la mente de todo aquello que impida poder “oír” las respuestas.  

No hay que olvidar que el ser humano lleva impreso en el interior su procedencia, que fue creado desde la unidad y eso es lo que busca incesantemente, esa parte que le falta, esa dicha que lo devuelva a su origen. Volver a su unidad.

 Ying
                                                                                    
                                                                                                                                   

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