Bienvenidos todos los buscadores del lenguaje del alma.
Bienvenidos los que buscan encontrar una guía en los pedacitos aportados en cada nueva experiencia.



LA CONCIENCIA EMOCIONAL / Las interrelaciones humanas

ENFERMEDADES DEL ALMA

Estamos ante un momento de transformación de la consciencia humana sin precedentes, lo que está dando lugar a que se produzca una nueva forma en la experiencia humana. (Se está produciendo un reajuste para que nuestra consciencia se expanda y podamos ser capaces de ser conscientes de quienes somos verdaderamente y de saber como funcionamos a través de nuestras percepciones, las cuales también se están expandiendo en algunos de nosotros -o bien porque  ya estamos preparados para ello o bien porque lo llevamos integrado aún sin saberlo) todo lo mencionado nos cualifica para sentirlo, identificarlo e integrar todos estos cambios en nosotros.
 Partiendo desde quienes somos, desde la premisa básica de que somos en última instancia seres energéticos, seres de luz, hasta reconocer que estamos todos conectados, porque todo, absolutamente todo es  energía, y por eso nuevas formas de INTERRELACIONARNOS se hacen patentes, consideraremos la conexión mental y emocional, primero porque somos seres pensantes, (la mente nuestra herramienta más infrautilizada funciona a través de ondas energéticas-pensamientos- , porque somos seres telepáticos, (claro está! Unos mas que otros), segundo porque somos también seres emocionales, experimentamos a través de chispas energéticas en forma de sentimientos que surgen desde dentro de nosotros (desde nuestra programación interna) y que por ende podemos hacer sentir lo mismo a los demás. 
Así que si prestamos atención a nuestras vivencias internas al relacionarnos, experimentaremos  que podemos comunicarnos tanto a un nivel mental como al nivel emocional, todo ello como expresión de nuestra propia energía en las relaciones íntimas que mantenemos con los demás, y por supuesto también fruto de la expresión de la suya. Y aunque en algunas de estas interrelaciones ni tan siquiera nos hagamos conscientes de que lo estamos haciendo, ni del porqué verdaderamente están sucediendo determinados hechos derivados de nuestra interconexión.
Y la CONSCIENCIA, lo que finalmente nos permite conocer, saber, entender, comprender, integrar y transformar. ¿Por qué no reconoce lo que está sucediendo al acontecernos y puede descifrar y saber lo que nos está afectando? Pues aunque suene a… bueno pues,  porque no es consciente. Y digo que no es consciente porque esa parte que se está moviendo surge de su propia parte inconsciente, de lo que ella desconoce de sí misma, la consciencia no puede reconocer todo este maremágnum de circunstancias que nos configuran y son erróneas porque no las reconoce.
 Pero finalmente es sólo gracias a la consciencia como podremos encender la luz de ese cuarto oscuro ( ese lado que desconocemos de nosotros mismos y que conlleva nuestras huellas energéticas, donde están nuestras improntas grabadas, digámosle heridas (porque sólo vamos a considerar la parte enferma y distorsionante, (aunque ello también pueda ser considerado útil para el desarrollo y conocimiento de nuestros valores humanos) la que nos conduce a desarrollar patrones de conducta que devienen de nuestras singularidades propias de cada personalidad humana, esa parte en la que estamos desequilibrados, somos inestables y en definitiva: enfermos del Alma. Tanto emocional como psíquicamente, porque ambas expresiones son en última instancia energías y nosotros también somos en definitiva seres de luz, pura energía. Aunque una parte de nosotros esté afectada por un programa por defecto que no está en perfectas condiciones. Y del cual no conocemos prácticamente absolutamente nada.


Para encontrar un patrón interno distorsionado la labor es harto difícil, puesto que lo que alcanzaremos a ver (eso siempre considerándolo desde un hacedor y trabajador en su propia evolución), serán única y exclusivamente sus manifestaciones, aunque estas sean a veces indescifrables por nuestra razón lógica y no seamos capaces de interpretar adecuadamente las circunstancias que nos están sucediendo ni el porque nos sentimos afectados por ellas. La razón de todo ello, podríamos encontrarla en que podamos estar siendo influidos, sin tan siquiera ser conscientes de ello, por la mente pensante y los susodichos pensamientos del otro (la energía del  otro ser),  es más, aún cuando ni tan siquiera él esté deseándolo hacer, ni pueda estar siendo consciente de que lo está haciendo, ¿Por qué?, ¿Cómo es posible que eso nos suceda? .

Porque como hemos comentado antes, estamos conectados, interrelacionados y otro ser nos influirá, siempre y cuando una situación nos toque la tecla adecuada y nos influya directamente en nuestra herida interna y nos haga experimentar pensamientos o sentimientos que nos hieren, no nos gustan o cualquier tipo de desestabilización en nuestro equilibrio interior. Aunque a veces se trate simplemente de hábitos o costumbres nuestras.
 Ahora viene lo mejor de todo: algunas veces no sentimos absolutamente ninguna reacción, solamente podemos experimentar la reacción en el otro ser de alguna forma que, (a veces, es la repetición de una reacción en el otro que nos sucedía antiguamente, lo cual sí nos está haciéndonos sentir heridos porque por una parte se está repitiendo algo que ya creíamos trascendido y por otra parte porque no logramos entender que hemos hecho para generar esa reacción en el otro.
Aunque nos cueste reconocerlo a simple vista y sencillamente estemos sintiendo que nos causa dolor el ver que el otro ha reaccionado ante nuestra manifestación, sin llegar a comprender muy bien el porque. Eso también es un síntoma de que nuestra herida interna se esta revolviendo y pugna para ser sanada, mostrándonos algo más de todo lo que no podemos ver de nosotros mismos. (A pesar de que también entre en juego la propia herida del otro, porque en el caso contrario no sería nuestro receptor adecuado y no actuaría en consecuencia, ni tan siquiera se inmutaría y no le afectaría para nada lo que sucede, por eso es tan valiosa la relación porque nos va a permitir a ambos a descubrir como nos interrelacionamos y será desde su propia  manifestación expresada también a través de sus defensas (sus propias energías) como se pondrán de manifiesto los conflictos.
Aunque en ese preciso momento solo seamos capaces de ver que la reacción es desmesurada y no logremos ver nada más, seguro que hemos dado de lleno en su herida y él también nos ha hecho un pleno en la nuestra, y así de esta manera nuestra interrelación se ha puesto de manifiesto. ¿Puedo lograr sanar mi herida en este momento?, ¿puedo tan siquiera tratar de ver cual es la causa que me está causando el conflicto?¿puedo ver lo que está sucediendo?, lo más probable es que no lo lograré, porque tan sólo podré observar los síntomas y no seré capaz de llegar al origen clave de la cuestión.
 Todo eso es porque ha saltado el guardián, (bueno para que me entendáis, una especie de antivirus predeterminado que se genero en el mismo instante como protección) y que no me va a dejar llegar a ella, porque no quiero sufrir de nuevo lo que ocasionó mi dolor ni tan siquiera reconoceré esa parte como mía, porque a partir de que la llevo formada actuará por su cuenta y se manifestará incluso aparte de mi propia consciencia, la que tengo de quien soy y reconozco. Porque evidentemente que se creo en mi, y yo he sido participe de su creación, pero en algunos casos ni tan siquiera fui consciente de ello y ¿Cómo voy a pretender ahora conocer algo que no conozco ni tan siquiera de su existencia?
Ante tales cuestiones y considerando que en algún momento pueda llegar a identificar por completo cual es mi herida y me haga plenamente consciente de lo que ella significa hasta poder  comprenderlo plenamente, por el momento sé que desconozco mi herida, no puedo saber porqué se manifiesta de determinada forma  y naturalmente, tampoco puedo acceder a ella porque no sé como hacerlo.
 Pero aunque ello sea así, ahora puedo obrar en consecuencia de mi sentido evolutivo y reconocer que estoy herido, elegir cuál deseo que sea mi manifestación aún cuando no sepa como hacerlo ni de que forma lograré sanarme, porque al hacerlo de esta manera, logramos abrir una brecha y conseguimos entrar (a hurtadillas y por la puerta de atrás, sin hacer ruido para no alertar al guardián del cuarto oscuro de nuestra alma-que no deja de ser parte del mismo programa defectuoso por defecto- esa protección inconsciente que también se quedó grabada juntamente con la herida. 
¿Que podremos conseguir al hacerlo de esta manera?, para empezar lo que podremos llegar a conseguir es anular toda la carga energética-emocional-psíquica-dolor que nos afecta y nos impide reaccionar. Podremos empezar a comportarnos de otra forma a como hemos estado haciendo siempre, “porque eso es lo que somos” (yo soy así), y conseguir alcanzar el YO SOY, pero para hacerlo tendremos que eliminar el “así”, con todos los matices que ello comporta y al mismo tiempo descubrir que es lo que este “así” nos implica y nos supone en el ámbito de nuestra personalidad y de nuestra conducta, tanto con nosotros mismo como con los demás. Lo que comúnmente conocemos como Ego irá desgranándose ante nuestra realidad experiencial y le daremos la oportunidad al EGO PURO de surgir desde nuestra verdadera esencia, para así llegar a expresarnos como los verdaderos serede luz que en última instancia somos. 


Resumiendo, las interrelaciones humanas persiguen un fin concreto, evolutivo y práctico, aunque no logremos reconocerlo ni comprenderlo. En este momento se están acentuando las expresiones sutiles que ni tan siquiera conocemos como surgen de nosotros y tampoco sabemos muy bien como se manifiestan. El efecto de nuestros pensamientos en los otros y por consiguiente también de nuestras emociones, porque todo ello forma parte de nuestra forma de comunicarnos con los demás que de cada vez más será preciso que tengamos en cuenta, puesto que somos y así debemos reconocernos seres energéticos que nos expresamos a través de la energía. Considerar esto nos ayudará en nuestra labor diaria, para identificar nuestras heridas, todas ellas integrantes de un programa por defecto del cual debemos desprendernos para que nos sea  posible  alcanzar la plenitud y la verdadera esencia energética que nos corresponde como los seres de luz que somos.


 Aguamarina

      

En todas las relaciones cada vez que surgen conflictos con los demás, podremos decir que surgen desde lo más profundo de nuestras almas y por ello nos esforzamos para que el entendimiento prevalezca y podamos entendernos…
Pero, no sucede así porque en realidad cuando surge un conflicto detrás hay una diferencia marcándose en cualquier parte de ambos individuos implicados, ya sea a titulo sencillo en la forma de hacer una cosa, en cómo conducirse  o en como relacionarse, en este caso último que por su complejidad engloba todos los demás estados,  porque según también algunas creencias y formas de proceder establecidas, y esto es ni más ni menos lo que está sucediendo, se están marcando unas diferencias porque ambos así lo consideramos, es de suponer que cuando te relacionas con otro es porque sientes unos sentimientos por él, o al menos eso es lo que nos creemos; entonces ya tenemos el campo de cultivo predispuesto…¡y no veas lo que se va a cocer y desarrollar ahí!
¿Y qué nos sucede entonces? Que nada de lo que teníamos previsto que nos sucediera, ni de lo que nos gustaría que estuviera pasando y nos hiciera sentir felices y dichosos, al estar yendo de la mano de ese ser maravilloso del que nos hemos (en amor dados), --.
 Pues por muy extraño que parezca, pese a nuestras extraordinarias intenciones y el profundo amor que nos profesamos, no está ocurriendo nada de todo lo que deberíamos estar experimentando y sí que, muy a nuestro pesar, nos empiezan a suceder cuestiones muy diferentes. nos sentimos heridos, de la manera que sea, a veces tan tontamente que incluso nos extrañamos de sentirnos así puesto que no sabíamos que podíamos llegar a ser tan sensibles y poder llegar a ser tan susceptibles, por lo que el otro pueda estar haciéndonos. y en este haciéndonos he metido de todas las formas que sea posible, ahora no entraremos en los comos, lo que si haremos, es entrar en detalle en que, eso, es lo que nos sucede a ambos desde un primer momento en que ya nos hemos implicado seriamente en nuestra relación.
Veamos entonces ¿que nos está sucediendo realmente?, debido a la naturaleza de todas las interrelaciones humanas dentro de un marco evolutivo consciente, aunque lo mismo exactamente sucede a título inconsciente, se pondrán a la palestra todos y cada uno de los asuntos de cada miembro de la pareja que deban de ser purgados, reconocidos y completamente pasados a la parte consciente para así quedar absolutamente liberados de ellos. Y eso les ocurre a los dos exactamente por igual.
En el caso en que uno de los dos miembros de la pareja no pueda reconocer su propia implicación en los asuntos del otro, es causa de la misma manifestación inconsciente de los hechos que acontecen, porque indudablemente, cuando se produce un malestar dentro del ámbito creado a dos, ello está repercutiendo en los dos y ambos, son responsables de que este círculo de creación generado por ellos mismos, se regenere y pueda ser sanado de todas las circunstancias que le afligen.
La dificultad intrínseca en el reconocimiento por los personajes implicados en el drama que sea que se esté desarrollando, no hace más que acentuar la imposibilidad de vislumbrar su propia implicación en el mismo.
Evidentemente que se alternaran los papeles y los roles a desarrollar, porque así será durante la relación, irán surgiendo los distintos asuntos pendientes de cada uno, y le afectarán al otro, porque esa será la única manera en que ambos puedan reconocerse al verse reflejados en el otro.
 Cuando nos negamos ante esta evidencia, lo único que estamos haciendo es dificultar la resolución del conflicto con el que estamos lidiando, sea nuestro exclusivamente, sea del otro o seamos ambos quienes estemos plenamente implicados, lo cual suele ser lo más habitual que suceda, puesto que con lo que nos estamos encontrando realmente es con una nueva forma de ser a dos, con una relación que será el claro exponente de todo lo que nosotros somos, y o bien, porque las partes a superar individualmente, pueden llegar a pesar demasiado, en la medida que pueden hacer perder el equilibrio,(de la forma en que pueden llegar a  manejarse los asuntos de la relación por ambas partes), entonces quien realmente está sufriendo las consecuencias, es la tercera parte creada conjuntamente a dos, que no es ni más ni menos que la relación, que no hace más que de reflejo de ambas intervenciones personales y es un compendio de las influencias a las que está sometida por los dos.
Por todo lo cual ella se resiente y se queja, porque no puede entender como que de un sentimiento, en teoría de amor con todo lo que ello implica, salga tan mal parada y a punto de saltar en pedazos a la más mínima disputa o discordia de pareceres  de los dos que la configuran.
Ahora ya tenemos la cuestión clara, una relación es el ámbito donde dos personas deciden entrar para poder ver con mayor nitidez sus propias virtudes y por supuesto defectos, donde dicha entidad creada A DOS EN PLENITUD DE FACULTADES Y EN ABSOLUTA LIBERTAD DE ACTUACION, será la muestra de lo que cada uno lleva desarrollado, o en su defecto, debe pasar al consciente para desarrollar, o lo que es lo mismo, quedarán claras cuales son las partes de cada uno que se deben de trascender, y en algunos casos, lo que es un don para uno, puede resultar ser un sufrimiento para el otro, cuando el efecto que éste pueda tener en el, él sea excesivo por lo que este pueda soportar.
 Vemos de esta manera que los conflictos que pueden llegar a surgir seguramente sean muchos y variados, por no decir de todos los colores, porque el mismo hecho de pretender crear una entidad nueva a través del compendio de dos entidades individuales y completamente distintas, la una de la otra, ya está dando lugar a serias complicaciones, y es más, se podría decir que en algunos aspectos el relacionarse debería basarse en otras fórmulas más elevadas, todo lo cual no se hace posible en estos momentos sin antes pasar por el cedazo de la purificación individual propiamente dicha, puesto que sin estar limpios completamente de todas nuestras disfunciones, ¿cómo podremos lograr que una tercera creación realizada desde nosotros mismos, desde todo lo que somos, sea lo que debe de ser? .
Ahora bien una vez sentados los precedentes de lo que sucede cuando se desarrolla una relación, tengamos en cuenta que en los momentos en que estamos viviendo, donde se está dando paso a una nueva forma de conciencia más evolucionada del ser, será en el ámbito de creación que propicia la relación, donde mejor se puedan salvar y resolver las distancias y los asuntos que sean necesarios sanar, en cada miembro de la pareja. 
Y… el amor, lo que hace es de nexo de unión y de elemento alquímico en todos los casos, en que se producirán discordias y malentendidos continuos, hasta que se puedan dar por finalizados tales enfrentamientos y no existan las diferencias que hay. Porque ¿no deberíamos de plantearnos que si somos seres individuales, perfectos tal y como somos en nuestras diferencias, ello será el elemento más importante a considerar?, porque lo que hará es llenar de color y matices de valores a la relación que crearemos juntos y donde toda esta diversidad se complementará ella misma en su propia naturaleza por su riqueza y variedad de contenido.
Eso ahora es lo que tendremos que valorar en su justa medida, reconocer que nos hemos olvidado de cuál es la verdad que se esconde detrás de una formula como cualquier otra de conducirnos a ser mejores y de disfrutar haciéndolo.
Si decido libremente y por el motivo que sea implicarme en una relación, soy responsable de ella  y aportaré a esta relación todo lo que llevo conmigo, y lo mismo hará el otro. Si el paquete que aporta cada cual, es demasiado para el otro miembro de la pareja, se pueden valorar las posibilidades reales que existen de que ello sea posible llevarlo conjuntamente o no.
Lo que si está claro, es que si nos olvidamos de que el AMOR es el único elemento que tiene la posibilidad real de efectuar las transformaciones, tanto en nosotros mismos como en el otro, entonces nos hemos olvidado del ingrediente más importante; y si este no existe, en el grado que ha de ser necesario en comparación a lo que se tenga que disolver, entonces no tendrá la fuerza suficiente para actuar como disolvente y transformador de todos los elementos en discordia que están ajando la relación, y ambos sufrirán las consecuencias de ello y por tanto, deberán hacerse conscientes de que es verdaderamente lo que está sucediendo. 
Realmente para ser capaces de no añadirse más dolor y sufrimiento a sí  mismos,  por el nuevo sentimiento  de frustración que se pueda generar por la misma impotencia al no lograr un equilibrio y desarrollo adecuado de la relación en la que están implicados. Ni tampoco ser capaces de realizar aquello que uno mismo debe de trascender.
Cualquier visión parcial o concreta de la totalidad no podrá explicar más que eso, una parte de un todo, es importante tener la posibilidad de ver las cosas desde fuera, primero para que y al ir entrando poco a poco, en todas y cada una de las cuestiones, luego sin ninguna carga emocional y por orden, se pueden analizar en detalle y llegar a comprenderlas,  cosa que de otro modo sin la definición suficiente y sin la necesaria objetividad y claridad nos podremos perder en los detalles.
Este análisis del momento presente en cuanto al sentido de las relaciones, sin entrar en ningún tipo de porqués, (eso se hará si es pertinente hacerlo en cada momento), pero si tenemos la capacidad de ver con claridad que esto es lo que sucede, a partir de ahí las cosas pueden ser muy diferentes, lo cual no quiere decir que sean  más sencillas.
El observarnos desde este punto de vista implica que ya se han reconocido muchas cosas y gracias al equilibrio obtenido por ello, nos permite y nos guía mediante el uso correcto del verdadero sentido del AMOR, que se expresara a través de su fragancia: la comprensión.


  Aguamarina
                         
                                    

TROZOS DE MI MISMO


En las relaciones entre padres- hijos e hijos -padres en su mayoría se establece conflictos de entendimiento,  porque a lo que unos establecen como “suyo” los otros se revelan por conseguir su propia identidad.
La mayoría de padres confunden a sus hijos con una prolongación de sí mismo, y esto causa apego y ese apego,  es el medio ideal para la aparición del ego en casi todas sus formas.
Esas emociones nos llevan a pensar y a  creer que esa forma de actuar viene del amor inmenso que sentimos hacia ellos, pero como todo amor mal procesado llega en forma de “mutilación” a  quien va dirigido, ese sentimiento tan fuerte que creemos es el motivo por el cual nos regimos, nos ciega a la  comprensión de que el hijo aunque sea una creación tuya física, es un ser individual , con sus propias metas, ese ser que a través de ti viene a evolucionar  tiene sus propios “trabajos” a realizar a los cuales tu tratas de manipular a tu antojo desde tu propio punto de vista, sin parar a pensar que no eres su “dueño”.
Desde niños les enseñamos las buenas formas, como ser correcto desde un punto de vista ético y social, y si el niño no lo hace correctamente como es de esperar nos sentimos mal e incluso nos avergonzamos de su comportamiento,  por creer que nuestro hijo no está “educado” moralmente  como debería ser.
Pero realmente no nos paramos a pensar quien ha establecido esas formas de conducta, solo nos regimos por lo que es correctamente aceptado por la sociedad en que vivimos, o por lo que dirá el vecino, nos dejamos guiar por formas prefabricadas de las cuales ni siquiera sabemos el porqué son así.
Por otro lado está esa necesidad de auto complacerles, unas veces no sabemos decir no en el momento en que realmente deberíamos decirlo, permitiendo que hagan y digan lo que quieran, como por ejemplo cuando lo hacen en forma de manipulación, en favor de sus propios intereses, porque creemos que es una forma de quererles y no causarles sufrimiento y otras veces con cosas materiales (la mayoría  de ellas necesidades nuestras) como forma de demostrarles nuestro afecto, esa manifestación solo nos indica nuestras propias carencias, así que, una vez más los sentimos una parte de nosotros mismos y como tal actuamos bajo ese sentimiento.
Y otras veces les imponemos situaciones, como por ejemplo decidir lo que es mejor para ellos,  que  a lo mejor ni siquiera  es lo que él o ella quiere o necesita y si nos lo hace saber, muchas veces lo recibimos con algo ofensivo y en contra de nosotros, porque no hace nuestra voluntad, que quizás en algunos casos sea  así, quizás actúen bajo el ego con el fin de hacernos saber que no les agrada nuestra manifestación de autoridad y esta manera de hacer se repite como un circulo vicioso.
 Muchas veces son verdaderos desconocidos para los padres, porque aprenden a esconder su verdadera personalidad con el fin de evitar los reproches, los castigos, e incluso las humillaciones que derivan de su comportamiento, confiando sus pensamientos y sentimientos a los amigos,   hay quien no se da cuenta de quién es su hijo en realidad, ni nunca lo sabrá e incluso cuando lo intuyen no lo admiten, para vivir en lo que ha creado que se supone que debería ser su hijo.
Pero  esa forma de actuar ya nos está diciendo que algo no funciona como debería. Pero lejos de  tomar consciencia de ello, rebatimos su opinión y sus intereses como algo erróneo y siempre pensamos que los padres como adultos que somos, tenemos el deber y el derecho de velar por sus intereses y dirigir sus vidas como a nosotros nos parece ser la correcta, no vemos esa rebeldía como un alerta de que algo no funciona y que hay que reparar para que haya un entendimiento y desde ese entendimiento ser padres como debiéramos.
Los hijos necesitan protección, no ahogamiento, necesitan comprensión, no imposición, necesitan libertad para formar su propia personalidad como seres individuales que son, amor para poder amar, besos para saber besar,  sentir para poder transmitir.
Por triste que parezca, muchos hijos no aprenderán nunca a transmitir amor sin sentir vergüenza, porque nunca lo han visto como algo limpio o natural, las manifestaciones de amor entre sus padres y entre sus padres y ellos mismos siempre han sido algo inexistente, y, o, escondido, hemos transmitido a nuestros hijos a través de generaciones que el amor es algo vergonzoso y ridículo, pero no nos hemos parado a ver lo  vergonzoso en los arrebatos de ira, los insultos y improperios, las faltas de respeto en definitiva la agresividad como una forma de vida.
 Ya no ablando de lo que trasmitimos del sexo, algo impuro, antinatural, vergonzoso, en definitiva es tabú, cuando la realidad es totalmente lo contrario, el sexo es totalmente natural,  es una prolongación del amor llevado al físico, el no hablar sobre ello no conlleva que no exista y que no lo vayan a experimentar, muchas veces con desconocimiento y ese desconocimiento llevara a una mala experiencia, con resultados muchas veces insatisfactorios, emocionales y físicos.
Les hemos inculcado la negatividad en nuestras enseñanzas a través del sentimiento de culpa, de que no se puede cometer errores, de que esto y aquello es malo, el miedo a equivocarse porque  todo tiene  un  castigo, y les hemos creado inseguridades al no permitir que sean ellos mismos en cada decisión aunque sepamos o pensemos que pueden ser equivocadas.
No es que no se pueda dar nuestra opinión o nuestro consejo, pero no con la intención de imponer nuestros criterios a costa de lo que sea, el saber y tener experiencias en la vida nos da el derecho de imponer.
Lo que a los padres se nos olvida es que es que en su día otros nos han tratado de imponer sus normas y pensamientos teniendo como consecuencia nuestra rebeldía por entender que somos seres únicos y que ante todo necesitamos tener nuestras propias experiencias aunque sean a costa de cometer errores.
Esa demostración de amor desmedida, a costa de lo que sea incluso sacrificándonos y haciéndolo saber para que nos agradezcan y reconozcan, solo les está transmitiendo una forma de amor distorsionada donde el amor significa dolor, estamos encubriendo el verdadero significado del amor, porque el verdadero amor no duele, no demanda, no reprime,  no exige y no te hace sufrir.
Lo que realmente deberíamos  enseñarles para  que viesen  y sintiesen  es  como nos amamos, nos valoramos, nos damos tiempo y espacio y vivimos una vida plena, sin reproches, sin exigencias, respetando sus ideas  de una manera razonada, compartiendo con ellos nuestras experiencias para que les puedan valer si lo necesitan, enseñando que lo más importante es amarse a uno mismo y estar bien con uno mismo, porque  entonces estaremos bien con nosotros mismos y con lo que nos rodean.
Esa manera de actuar, siendo conscientes de nuestro ego como padres nos permitiría tener una relación basada en la confianza sin imposiciones y sin reproches.
Y aunque sea un trozo de mi misma carne, saber que, es un ser espiritual individual con un alma y una personalidad diferente a la mía.
Ser consciente que,  yo como padre no soy dueño de mis hijos, así como, no soy el responsable de sus actos, los liberara y nos liberara de ese comportamiento egótico y con ello del dolor que sentimos y provocamos.
 Solo somos seres que a través de otros seres tenemos la oportunidad de vivir esta experiencia tan inmensamente grata, si lo miramos, claro está, desde un punto de vista espiritual e evolutivo.


 Yang

                                                                                           



Instinto de sobre vivencia


El instinto de sobre vivencia es algo básico desde el principio de los tiempos, es la fuente de la preservación de la vida en cualquier especie de animales.
El hombre como animal que es, también ha tenido que preservar la suya, ya sea en grupo o la individual, para ello ha tenido que enfrentarse a los distintos peligros existentes, ya sea de otros animales, ambientales o incluso a los de su misma especie.
Para ello ha desarrollado emociones las cuales le ha permitido salvaguardar su vida y la de los que tenían a su guardia  y más tarde ha desarrollado un instinto de salvaguardar sus pertenencias al descubrir que ellas hacían parte de una ayuda importante a su sobre vivencia.
Con el tiempo no nos hemos dado cuenta de que también somos seres inteligentes y que desde esa base, esa sería la verdadera ayuda para preservar nuestra vida y con ella  la de la especie.  Saber en todo momento que si soy inteligente soy autosuficiente para realizar, trasformar y resolver cualquier cosa que se me presente, cuando se me presente. 
Una de esas emociones es el miedo. Aunque al no ser consciente de que conforme fue pasando el tiempo, el miedo ha ido dominando el modo de vida en situaciones que el subconsciente determina  estar en peligro.
El miedo nos bloquea nuestra capacidad de razonar y tomar decisiones, impide fluir la energía y debilita el bienestar, reduce la capacidad de expresarnos, te crea ansiedad, agresividad, estados de depresión y nos hace sentir que la existencia no tiene sentido si no sentimos en todo momento que dominamos las situaciones que vivimos.

 Aparece muchas veces en forma de estrés y este nos hace vivir en constante presión y preocupación.
Todos estos estados nos influyen de forma negativa en nuestra capacidad para desenvolvernos en la vida y con ello en nuestra evolución física, psicológica y espiritual.
Cuando no tenemos fe en nosotros mismos  de que somos capaces de enfrentarnos a las dificultades que nos presenta la vida, se abre una puerta y por ella entre el miedo irrazonable.
Si desconocemos nuestra capacidad y recursos internos por falta de autoconocimiento y de fe en nosotros mismos, nos sentimos a merced de los acontecimientos y con ello baja nuestra seguridad física y emocional dando paso al descontrol del miedo creando, bloqueos y estados mentales de pánico.
Un miedo provoca otros miedos (el miedo a la muerte deriva en miedo a las enfermedades y a tener accidentes) etc.
Para superar los miedos primero hay que comprender sus causas y sus porqués, hay que comprender porque hemos atraído esa energía, cuando reconozcamos sus causas y qué  las mueve, entonces podemos empezar a trabajar para conseguir vencerlo.
La mayoría de nuestros miedos los creamos nosotros mismos en nuestra mente, no tienen ninguna causa real, o sea que realmente no reaccionamos así a lo que nos esté pasando en ese mismo instante, si no que, es algo que se predetermina con antelación a que pase, muy pocos miedos tienen una causa verdadera, nacen de nuestra inseguridad frente a los demás y a todo lo que nos rodea.
Cuando nos asalta una determinada situación, debemos ser capaces de dominar ese primer instante e ir a la raíz de la que la provoca y poner nuestra atención reflexionando sobre la cuestión , mirándola desde fuera, como de un mero espectador, como si el problema no fuera nuestro, no dejando involucrarnos. Cuando este paso se hace en plena consciencia se desvanece su intensidad y se libera la mente de ese bloqueo momentáneo. Debemos siempre tener en cuenta que pase lo que nos pase siempre habrá una solución, aunque en ese momento no la veamos todavía.
 Sin embargo el miedo, así como otras emociones que causan dolor, cuando están equilibradas, sirven para que si somos conscientes de ello, poder resolver, trascender y realizar el cambio que nos sea necesario para nuestra propia evolución espiritual, individual y como especie.
Se puede valorar el miedo a igual que otras emociones como un indicio de que algo tenemos que cambiar y aprender en ese momento de nuestra vida.
Un miedo inconsciente y descontrolado nos lleva a situaciones de violencia, irritabilidad, agresividad, rabia, ira, etc, este miedo provocado por  descontrol, nos hace sentir en peligro.
Estos estados de miedo constantes, crean estados de ansiedad, situaciones de descontroles hormonales que generan sustancias que a corto o longo plazo nos llevan a contraer enfermedades físicas y psicológicas graves.
Si tienes miedo a una determinada situación, la visualizas y la vives como real, al mismo tiempo la estas evocando y atrayendo a que de verdad suceda, porque se pone en marcha la Ley de Atracción Universal, (lo que se invoca se obtiene).
Otra de las causas del miedo son las dudas, porque también crean inseguridad, cuando nos preguntamos él porque, él como, él cuando, estamos creando un estado mental donde realmente se crea el miedo a lo que no quieres escuchar, ver o aceptar, porque no quieres enfrentarte a la pérdida del Yo creado.

El Yo creado, es la imagen que yo he creado para mi, normalmente me gustaría de ser de esta manera, mi imagen es esta para mostrar, creo un tiempo para mi donde el pasado tiene relevancia en lo que soy yo y mi futuro es lo que pretendo tener, sin darme cuenta que el pasado es sinónimo de culpa y el futuro de preocupación.
La ignorancia o desconocimiento son otras de las causas del miedo, así como la necesidad, el apego, el habito, el ser deshonesto, la desconfianza, las memorias aprendidas etc. Estas emociones del ego apagan el verdadero yo, dejando solo visible el Yo egocéntrico.
Aparte de nuestras causas internas también existen por supuesto las externas, las que son provocadas por todo lo que nos rodea, los accidentes naturales y humanos nos envuelven en una atmósfera de negatividad y provocan el miedo al mismo mundo en que vivimos, haciéndonos sentir en peligro constante, la violencia en que vivimos desprende una energía negativa que nos envuelve y hace que crezca el miedo a sentirnos desprotegidos, incluso de nuestra propia violencia. Pero lo que debemos saber es que  la raíz de esos temores está en que no hemos aceptado, que hay cosas que no tengo el porqué controlar, son cosas que están y que tengo que aceptarlas tal y como son, no podemos controlar más allá de lo que soy yo y eso es una realidad, acéptala.

Y lo que pasa dentro se refleja fuera, ésta también es una Ley Universal, que es muy cierta, porque si te das cuenta, si tu no sientes paz interna o no llevas paz en tu interior, no la puedes emanar al mundo, el hombre no puede estar y desear paz si no la siente dentro de sí mismo, por eso vivimos en un mundo de guerras y destrucciones, porque son el reflejo de lo que uno lleva en su interior.
 Su dialogo interior está basado en el egoísmo y en el no razonamiento, en la no consciencia espiritual y la lógica, desde el corazón, desde su Ser interior, desde su esencia divina de amor. Ser consciente de uno mismo, y no impórtale lo que hace el vecino es el inicio de un trasformación muy importante porque de tu propia trasformación depende de la trasformación de todos, porque emanaras lo que eres hacia fuera.
Todo dependerá del camino que queramos recorrer, el del sufrimiento sin fin, el de la torpeza o por el contrario el de la sabiduría basada en el conocimiento de nuestra propia esencia.
Cuando encontramos la raíz o causa del miedo debes preguntarte “¿qué es lo peor que me puede pasar si sucede?” si aceptas y te enfrentas  a lo que te causa el miedo, veras como la habrás vencido, haz un poco de esfuerzo y realiza la acción que temes y cuando la hagas veras que no sucede nada que ponga en peligro tu sobre vivencia y lo habrás superado.
Si es un miedo que de fondo o raíz esta la autoestima, entonces hay que trabajar contigo mismo, valorando lo que eres y sabiendo el cuanto vales, la valoración de los demás es un asunto suyo, no tuyo, tu único problema debe ser tu propia valoración de ti mismo, también aquí podemos emplear La Ley de Atracción, lo que valoramos en nosotros mismos lo trasmitimos a los demás y atraemos la confianza en nosotros mismos, así como, si te amas a ti mismo atraerás más amor de los que te rodean.
Para vencer el miedo tienes que tener una actitud positiva y creer realmente que lo puedes superar cuando se te presente en cualquier circunstancia que te encuentres.
La identidad creada por el ego, que nos identifica con el físico, crea miedo a perder nuestro poder y control de lo que denominamos “nuestro”, este sentimiento de pérdida de identidad, nos lleva a sentir las cosas, personas y lugares como “nuestros”, porque nos identificamos con ello, ese apego y posesión, lleva a la violencia ya sea física, verbal etc, por defender aquello que identificamos como propio, olvidando la realidad de la creación universal, nada es de nadie y todo es de todos.


  Yang
                                                                                                                             

Las necesidades y dependencias en las relaciones

En las relaciones quiere sean de amistad y principalmente las de pareja, deberían basarse en el intercambio de amor y felicidad.
Sin embargo la mayoría de ellas son fuente de sufrimiento y dolor, son significado de atadura y desconfianza, donde impera a sus anchas el temor que atrofia el desarrollo de la relación en sí, donde en un principio debería haber armonía   y complicidad en el compartir.
 Este temor genera una dependencia de que nos valoren y nos quieran, preocupándonos siempre por la opinión ajena y principalmente de la persona amada, como dependencia emocional y afectiva. En esta dependencia también está el atrofio del desarrollo del yo como individuo evolutivo y esto provoca una baja autoestima individual.
Esta dependencia nos hace entrar en una dinámica de complacer para sentirnos aceptados, nuestra autoestima y seguridad se basa en el aprecio que obtenemos de esas personas.
Dejamos de comportarnos naturalmente para actuar de manera que complazca a quien nos apoye mental, emocionalmente o físicamente.
Tememos que esa persona se enfade, nos rechace, o nos deje de querer o apoyar, ese estado emocional provoca más y más inseguridad y dependencia en un círculo sin fin si no somos conscientes de ello, conscientes de que  algo en nosotros no funciona correctamente.
 Si pensamos que la solución a esta manera de proceder esta en el cambio de relación, nos estamos equivocando, pues en la próxima relación volverá a generarse este mismo comportamiento que  en definitiva es nuestro, seguiremos actuando de esta misma forma una y otra vez, creando las mismas inseguridades, dependencias, y temores porque no hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos creando una base sólida de autoestima. Seguimos teniendo carencias y vacío interior, buscando nuevamente que sea  el otro el que nos llene ese vacío con su aprecio.
Cuando hay una carencia de autoestima siempre pretendemos llenarla con una dependencia. Al depender del otro, damos a esa persona la llave para poder dominarnos, entrar en nuestro corazón y sentirnos heridos, vulnerables y decepcionados por ella aun sin que sea su intención.
Esta dependencia siempre actúa en nuestra contra, ese apego no solo agota nuestra energía, si no que, en algunos momentos nos hace perder nuestra propia identidad y dignidad. Para aprender a liberarnos de este sometimiento hay que aprender a ser libre, flexible y adaptarte a los cambios sin que estos te causen frustraciones, aprender a ser tolerante y a amoldarte a las situaciones, sin perder tu propio criterio y personalidad.
Aprender a ser libre significa aprender a ser incondicional hacia nosotros mismos y hacia los demás. Además piensa que si lo que amas realmente es tuyo sin apegos, regresara a ti, si no es así, es que nunca lo fue.
Tus necesidades son en función de tus pensamientos y tus pensamientos en función de lo que dependes.
Así que, no te quejes de tus creaciones.
                                                                                                                  Yang






El verdadero amor no es un amor  a la carta

Cuando buscamos el amor bajo un estudiado esquema de necesidades propias, le ponemos cara, nariz y demás proyecciones en base a lo que hemos  pre visualizado, usando características que de algún modo, son lo que hemos idealizado como la persona perfecta que queremos sea el  elegido, pretendemos que esa persona tenga unas dotes que nos realicen nuestros anhelos  y cambien  nuestra vida.
Sin embargo tenemos todas las de tropezar en la búsqueda, pues el amor no se encuentra en razón de nuestras necesidades, ni bajo una apariencia para satisfacernos, no existe esa persona que se acople a la perfección de la imagen idealizada, eso solo es una creación nuestra, las demás personas son como son con sus defectos y virtudes, dependiendo de quién lo interprete.
El amor se siente desde el corazón, y da igual  la imagen que tenga, no escoge físico ni mente, cuando llega viene con toda su bagaje.
¡Es, con solo sentirlo!
En este amor a la “carta” impera la necesidad de ser amado y el temor de quedarnos en el anhelo de amor insatisfecho, en la búsqueda de calmar nuestras necesidades emocionales, estamos abiertos a encontrar parejas poco indicadas, creando más desilusión en cada fracaso.
Para amar es necesario estar despegado, despegado de prejuicios, de mentalidades, de imágenes creadas, de conceptos pres establecidos del “yo quiero”, de reglas impuestas por nuestro ego, porque todas estas necesidades son la raíz del temor y el temor es incompatible con el amor.
En cualquier relación de amor debe imperar el amor emocional e incondicional el que se siente desde el corazón, porque este profundizara y creara raíces en el tiempo, cuando el fuego de otras emociones se enfríe, entonces brotará en su forma más pura, porque nace de las profundidades del alma del Ser.
Este amor nace, no de necesidades de la mente, si no, de una necesidad mas allá de la puramente física, nace de un deseo profundamente espiritual, no de una casualidad, si no, de algo intrínsecamente establecido que da a uno y a otro la seguridad de que tenía que ser así, no importando las razones que previamente estaban destinadas.
Este amor no te da la facilidad de la convivencia, para ello hay que trabajar en el sentido de aprender a convivir e ir resolviendo sobre la marcha todas las cuestiones karmicas que estén para resolver.

Pero sin embargo te da la fuerza necesaria para  que después de cualquier cosa que altere la relación, vuelva a imperar el amor hacia el otro, porque es el sentimiento que de verdad está por encima de cualquier otro que puedes sentir, siempre el amor al otro es mayor  del  que puedas sentir egoístamente y que te impida sentir el perdón, sin necesidad de nada, aceptando que el otro también tiene derecho a equivocarse igual que tu, sin resentimientos, sin necesitar de ser retribuido y compensado, con solo un abrazo es suficiente para volver a estar en su debido sitio todo lo que antes, había desequilibrado la relación.
El amor verdadero no va de fuera hacia  dentro, si no de dentro hacia  fuera, porque si es verdadero, todo en el otro es único, irrepetible, desprende una energía poderosa que te arrastra hacia él, hay una atracción emocional y física, es como un imán que te atrae sin razonamientos lógicos, y eso es lo que lo hace singular, maravillosamente grandioso y indescriptible.
  A Deanc con todo mi amor

 Yang
                                                                                       
                                                                                             


  Esencia de creación

La esencia de la creación es el amor, el amor es el único sentimiento que verdaderamente da continuidad y preservación a la vida, siendo también  el sentido último de la existencia, el de descubrir el amor en toda su magnitud y dimensión.
Como somos seres de amor, solo a través de él podemos descubrir realmente quien somos, en este círculo infinito y eterno.
La vida es el medio por el cual Dios puede experimentar a través de nosotros en lo físico y es el medio por el cual nos brinda la oportunidad de volver hasta Él.
Para ello, nos ha obsequiado con este sentimiento tan profundo que crea y  transforma  todo cuanto se hace a través de él, todo cuanto se siente y se hace a través del amor  es más fácil, todo y todos cuantos estén conectados a él y a su alrededor se benefician de esa energía tan maravillosamente poderosa.
Este sentimiento tan fuerte y a la vez dulce nos hace sentir el sentido de la vida en toda su magnitud, cuando sientes amor no hay lugar a la soledad y a la tristeza, porque el amor lo llena todo de sensaciones plenas donde no cabe lugar al vacío que causan las emociones negativas creadas por la mente finita del hombre.
Solo a través del amor puedes llegar a sentir esa conexión interior con la Fuente Creadora Universal y sentirte parte de un todo, porque a través de esa experiencia descubres a DIOS en todo su significado. Entonces en tu pecho algo se abre para albergar la inmensidad de la verdad, de la verdadera verdad, única y absoluta.
Pero en esta creación física, aunque somos seres espirituales e individuales y aunque podamos sentir aun solos, esa  plenitud interior  de unión con Dios, para experimentar  en este mundo físico y dual necesitamos del otro para sentirnos completos a nivel físico, necesitamos experimentar a través de la convivencia y a través  de las emociones y sentimientos que se produzcan, porque son ellas en realidad  las herramientas perfectas para la evolución espiritual y para poder experimentar ese tipo de energía de unión perfecta, porque solo a través del amor se crea.
Pero para poder crear vida, necesitamos de otras herramientas físicas como el sexo, a través del cual podemos experimentar esa energía de creación divina.
Es en la  creación de la vida, donde la naturaleza hace su función biológica dando lugar a una nueva vida, inexplicablemente única, irrepetible y natural. 
En ese momento hay una unión de amor de dos seres que se transforman en uno,  hay un ritmo sutil, tú te sientes como si no fueras tú, eres el otro y el otro eres tú, sólo se puede sentir esa unión plena a través de un amor profundo que da lugar a sentir esa compenetración.
En esa entrega sin límites las caricias vuelan solas, porque el cuerpo del amado pasa a ser el tuyo, su sentir es el tuyo y el tuyo es el suyo, en una simbiosis perfecta donde todo tiene un solo sentir en común, vivir el amor en toda su plenitud, uniendo lo físico y lo espiritual.
Cuando dos amantes están en un profundo orgasmo sexual, se funden mutuamente; existe una explosión de energía, entonces la mujer ya no es la mujer, el hombre ya no es el hombre. Son como el círculo de yin y yang, contactando  el uno con el otro, fundiéndose, donde sus identidades quedan olvidadas y dan paso a un sentir al unísono.
Por eso el amor es tan hermoso y poco a poco, si las dos personas se aman y se rinden una a la otra, se rinden a ese momento de pulsación, de vibración, de Ser.
Porque cuando tu cuerpo pierde los límites es como experimentar la muerte, el cuerpo se convierte en algo vaporoso, el cuerpo evapora la sustancialidad y sólo queda la energía, la energía de la creación.
Cuando lo experimentas y vives con esta intensidad y profundidad, comprendes toda su dimensión y no hay lugar a dudas sobre su finalidad y propósito.
   
                                                                                                        yang





TRATADO DE EMANCIPACIÓN

Es necesario una gran fuerza interior para lidiar con las diversas situaciones que se viven, donde se ven implicadas emociones que desestabilizan el equilibrio interior.

Vivencias que ponen a prueba la capacidad personal para poder ver con claridad todas y cada una, de las emociones  sentidas y saber controlar de manera efectiva lo que nos provocan.

En las diversas relaciones que mantenemos con los demás, es donde podemos  experimentar y practicar el poder equilibrar esa parte del ego  débil que nos impide vivir de una forma sana.

En esas vivencias no solo se ponen de manifiesto nuestras debilidades, sino que también están en juego las debilidades de los demás, en muchas ocasiones  son precisamente las debilidades ajenas las que nos hacen saltar las nuestras. Esto normalmente se da en las relaciones cercanas.

Pongo un ejemplo:
“Un padre siente remordimientos por haber dicho a su hijo algo que aun siendo verdad, causa en el hijo una reacción de rechazo, porque esa misma verdad toca una debilidad del hijo.

La verdad aun dicha con amor, causa en el padre y en el hijo una reacción del ego débil por la implicación de la relación en sí misma, o sea, el hijo espera del padre que siempre le apoye y de la razón aun cuando esta razón incluso vaya en contra de la lógica del padre. Si el padre actúa en función de lo que es su lógica y no en función de lo que el hijo espera, provoca dolor en el hijo con la consecuencia de que al ver el dolor en el hijo el padre no es capaz de equilibrar sus emociones y ese desequilibrio deriva en un sentimiento de remordimiento o culpa”.

Aquí se ve claramente que la debilidad del hijo al no aceptar sus propias debilidades causa el efecto “rebote” provocando la aparición del ego desequilibrado del padre.

Cuando no somos conscientes de lo que nos pasa en esas situaciones, solo podemos quedarnos atrapados  en lo que en ese momento sentimos y la mayoría de veces, nos llevan a pensar y sentir que si no actuamos como esperan los demás de nosotros, es que no sabemos ser todo lo bueno que deberíamos, causando en el individuo sentimientos  contradictorios, donde se enfrentan lo que uno es y lo que el otro espera que seamos.

Esto lleva muchas veces a que la persona se sienta confusa de sus propias capacidades de acción, o sea, que le lleva a poner en duda si realmente actúa como debería.
Lo que debemos saber es que cuando uno está dentro de esa experiencia, es el momento apropiado para poder equilibrar esas debilidades. En ese preciso instante hay que tener la fortaleza suficiente para poder deshacerse  de esa corriente energética que se establece en esa comunicación defectuosa  a causa de emociones defectuosas.

La mayoría de veces, estamos tan inmersos en el comportamiento ajeno que no somos conscientes del efecto que causa en nosotros sus actitudes, emociones e incluso pensamientos. En esos momentos estamos tan inconscientes que no podemos ver que sus acciones, sean ellas cuales sean, son fruto de su estado emocional equilibrado o desequilibrado, al estar inconscientes y no estar en estado de presencia, nos dejamos arrastrar y actuamos bajo el “contagio” energético que emana el otro.

El saber y tener presente que cada vez que nos vemos envueltos en una situación emocional desequilibrada, que lo que provoca esas reacciones bruscas y /o de tensión del otro es simple y llanamente su debilidad la que le hace actuar así. 


Esa comprensión, nos puede dar la tranquilidad para poder controlar nuestra propia reacción a lo que normalmente vemos, sentimos y calificamos, sólo como un ataque a nuestra persona, porque  en realidad sólo es una proyección del miedo que siente.

Al comprender  esto,  también estamos trabajando en el control de nuestro ego distorsionado, porque muchas, para no decir todas, de nuestras  reacciones egoicas  se dan en función de nuestros miedos,  conscientes o inconscientes, a las reacciones de los demás hacia nosotros.

Una vez que perdamos el miedo al que el otro diga, opine o haga, crecerá  una mayor estabilidad y confianza en nosotros mismos, porque dejamos de ver sus reacciones como amenazas a lo que queremos sea nuestra vida. Cuando consigues dominar ese miedo, sabrás que tú no dependes  de la aprobación de nadie para ser lo que eres.
Entonces retomaras el control de ti mismo y eso te dará la autoestima que se precisa para este cambio. 

Cuando consigas ese estado, incluso el intento intencionado ajeno para hacerte daño o provocarte inestabilidad en la confianza de tus cualidades, valores y valías se verá mermado en su intento, simplemente porque tu ya eres dueño consciente de quien eres y ni nada ni nadie conseguirá desestabilizar esa confianza establecida desde la autenticidad de tu ser.

Si somos observadores tranquilos de muchas de las acciones ajenas e incluso de sus palabras, sabremos detectar muchas  maniobras que en ocasiones se hacen desde la inconsciencia para desestabilizar a los demás, en el intento de sentirse unido a alguien en el sentimiento de debilidad, esa acción, si no estamos atentos, nos lleva a pensar que ese pensamiento también es nuestro, acarreándonos un sentir que en realidad no es nuestro.

Frases como “no somos capaces” “todavía no hemos logrado” llevan imprimido el verbo que generaliza un sentimiento personal que queremos que el otro haga también suyo. 


En esa unión el débil  encuentra apoyo a sus propios miedos y conflictos, porque generalizando no se encuentra sólo ante lo que sabe todavía no ha logrado. Si no pensemos, ¿que nos lleva a generalizar cuando sabemos que la evolución es individual?

El que no teme a sus debilidades no necesita generalizar, porque sabe que si trabaja en lo que todavía le causa conflicto lograra transformar lo que necesita en su comportamiento de acuerdo a lo que conscientemente pretende cambiar en su persona.
El primer paso para lograr sanar nuestras debilidades es asumir que las tenemos y cuando lo asumes de verdad no tienes miedo de que estas sean visibles a los ojos ajenos tal y como son, porque tienes confianza de que lo conseguirás, cueste lo que cueste, porque así lo quieres tu.

Reconocer y comprender el comportamiento ajeno, no lleva implícito el tener que juzgarlos ni la necesidad de tener que cambiarlos , sólo debe servirnos para la obtención de conocimiento del comportamiento humano y así poder mejorar el nuestro propio  y conseguir tranquilidad ante las situaciones que nos pueden causar conflicto.

El que podamos hacer esto, es todo un logro personal en el equilibrio emocional. Este logro se traducirá poco a poco en un mejor poder personal (autoestima) equilibrado, dando como resultado el lograr ir hacia la personalidad y la realización.
La tranquilidad interior que respalda todas tus acciones, pensamientos y palabras, es la prueba de que has encontrado el camino correcto para lograrlo.


 Yang

                                                                                                                                                          

Todo el contenido de esta pagina tiene derechos de autor del Tarot el Gran Mago, toda divulgación tiene que ir acompañada del sitio y autor de donde se ha copiado.