CENTRO NATURAL DE LA NUEVA VIDA: 01/02/12

FRASES DE AMOR

Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.

Sin amor, estaríamos como niños perdidos en la inmensidad del cosmos.

El verdadero amor, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada, sin exigirle a cambio la nuestra.

Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!

Los seres destinados a ser amados son, a pesar de todo, odiados por aquellos otros seres a quienes nadie nunca puede amar.

El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece.

Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.

Durante la juventud creemos amar; pero solo cuando hemos envejecido en compañía de otro, conocemos la fuerza del amor.

El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor.

Quiereme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite.

El corazón tiene razones que la razón desconoce.

Cada hombre que haya amado verdaderamente podrá pensar que no

ha vivido en vano.

Todos hemos nacido para el amor... Es el principio de nuestra existencia, como también es el fin.

El amor es la más noble flaqueza del espíritu.

Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad.

El amor es un símbolo de eternidad. Barre todo sentido del tiempo, destruyendo todo recuerdo de un principio y todo temor a un fin.

Quiero ser tu fortaleza en tu debilidad, quiero ser tu apoyo y contigo poder contar.

Tu significas para mi más de lo que las palabras pudieran expresar.

Es necesario amar siempre, aun después de haber amado.

A mi amor Deanc

En la noche yacía tendida
con tu amor pretendía soñar
en mis pechos rocío del alba
luz de luna, un rio y el mar.

Seda fina tu piel vi tocar
y tu boca otra boca besar
con siete velos quería bailar
y así tu amor poder alcanzar.

Cruzando los montes buscaba
elixir para el pecho calmar
amaranto, jazmin, amapola
hierbabuena y flor de azahar.

Una tarde te ví galopando
otras tierras te ibas a ver
en mis ojos el agua corría
y una espina clavó mi querer.

Sólo el tiempo me hizo dudar
de tu vuelta hacía mí, alma mia
dos mil años me hiciste esperar
para en tu vida tener un lugar.

Con palabras te hago saber
lo inmenso que siento por tí
hazme tu con palabras llegar
¡Sí es amor lo que sientes por mí!

Lilith

“...La verdad más bella no sirve de nada si no se ha convertido en la experiencia más íntima del individuo. Toda respuesta unívoca, ‘clara’, permanece estancada en el cerebro y penetra sólo en casos muy raros hasta el corazón. No nos urge ‘saber’ la verdad, sino ‘experimentarla.’ El problema grave no es poseer una concepción intelectual, sino encontrar la senda hacia la experiencia interna, irracional y quizás inarticulable.”

Carl G. Jung

Y un día se hizo luz sobre lo olvidado.

El corazon sentió la necesidad de profundizar sobre quien era y del porque estaba.
Algo hasta ahora adormecido, buscaba incasablemente saber y encontrar... ler más.

La música de la vida

La música de la vida está compuesta por todos los acordes que componen cada paso en el camino. Contiene todos los matices necesarios para que descubras que hacer hasta llegar a tu destino.

Para entenderla sólo tienes que saber escuchar con el corazón en silencio, porque al ser sutil queda anulada por los ruidosos sonidos de la mente.

Si alguna vez la escuchas, abrázala y síguela con voluntad y confianza de que a través de ella encontraras todo lo necesario para encontrar la razón por la cual vivimos en cada vida, desde el primer aliento hasta que se apague la luz.

Lilith

Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.

Gustavo Adolfo Becquer

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